viernes, 20 de diciembre de 2013

PRAXIS FILOSÓFICA
Revista de la Facultad de Humanidades
UNIVERDIDAD DEL VALLE
No. 36

Praxis Filosófica
Nueva serie, No. 36, enero-junio 2013: 163 - 201
ISSN: 0120-4688
Recibido:
febrero 13 de 2013 aprobado: abril 2 de 2013
FOUCAULT Y LA PEDAGOGÍA NOSOPOLÍTICA DE
LOS DISCURSOS BIOMÉDICOS EN COLOMBIA ENTRE
FINALES DEL SIGLO XIX Y PRINCIPIOS DEL XX
Foucault and the Noso-politic Pedagogy of Bio-medical
Discourses in Colombia Between Late Nineteenth Century and
Early Twentieth Century
William González
Juan Carlos Alegría
Universidad del Valle
Resumen
Este artículo aborda dos aspectos de la obra de Michel Foucault: 1. La
relación existente entre la medicina higienista y la pedagogía, constituyó
entre los siglos XIX y XX en Europa, lo que podría denominarse una
“nosopolítica”. 2. Utiliza la técnica foucaultiana de rastreo del archivo,
es decir, “convertir los documentos en monumentos”, para mostrar
cómo durante la misma épistèmé nuestros pueblos latinoamericanos, y
en especial Colombia, atravesaban igualmente por un tipo específico de
reglas constitutivas del saber, “no dichas y sin embargo no ocultas”, que
iban desde la cura del “salvaje y el bárbaro”, hasta la instauración de los
buenos modales de la clase educada. Desde la persecución al onanismo y
la prohibición del incesto, hasta el paso del monstruo al anormal.
Palabras clave: Genealogía, Arqueología, Nosología, cuerpo, poder/
conocimiento, discurso/medicina.
VER ARTÍCULO COMPLETO
http://praxis.univalle.edu.co/numeros/n36/Articulos/N36-08.pdf
 juanalegria59@yahoo.es
http://humacomunicaunivalle.blogspot.com/2013/12/conferencia-historia-de-los-degenerados.html
,

El Archivo Histórico de Cali en el cierre anual del ciclo de conferencias de encuentro académico-investigativo Cátedra Abierta Archivo Histórico de Cali invita a las conferencias:

1. Historia de los degenerados en la época repúblicana
Conferencia a cargo de Juan Carlos Alegría M. Licenciado en Ciencias Sociales, Universidad del Valle y Manuel Fernando Arce B. Licenciado en Ciencias Sociales, Universidad del Valle

2. El gobierno de los pobres en la España del siglo XVI. Una aproximación al análisis del discurso en los tratados políticos (1525-1598)

Conferencia a cargo de Mauricio Restrepo Peña, Economista, Universidad del Rosario, Bogotá. Magister en Historia (candidato), Universidad del Valle

LUGAR: SALA DE CINE PROARTES Carrera 5 # 7-02
FECHA Y HORA: MARTES 10 DE DICIEMBRE 5:00 P.M.
INFORMES: 885 88 55  Ext. 124

domingo, 17 de febrero de 2013

(ASESINOS EN MASA) DE JACK EL PSICÓPATA A JOHN EL ESQUIZOFRÉNICO Una aproximación a los psico-killer post-industriales


Por: Juan Carlos Alegria Montaño 
juanalegria59@yahoo.es


"Soy un asesino en serie, como los de miniserie,
Detrás de la puerta, colecciono gente muerta,
Para poder matar el hambre, desayuno cereal con sangre,
No tengo familia, porque maté a mi familia."
 
(Coro de la canción Jonh el esquizofrènico de CALLE 13)[1]


DE JACK EL PSICÓPATA A JOHN EL ESQUIZOFRÉNICO
Una aproximación a los psico-killer post-industriales
 
«Además, en el fondo, este crimen, este gesto oscuro, estúpido, horrible, este abserdo que se borra con el tiempo (aunque haya ciertos pesares que jamás se olvidaran) ¿Qué hacer con el día de la audiencia? ¿Qué significa reaccionar a lo irrevasible? No se castiga un acto, sino que se castiga a un hombre. Y he aquí, una vez mas, se abandona el crimen que nos supera para ocuparnos del criminal».[2]

Henry Lee Lucas y Ottis Toole «el caníbal de Jacksonville», conocidos como los descuartizadores de la autopista I-35, provocaron el terror en los Estados Unidos en la segunda parte del siglo XX, se les atribuyen entre trecientas a novecientas vìctimas, su ola macabra terminó en 1988 cuando fueron arrestados por la policía. El primero violaba mujeres y luego las degollaba con su cuchillo, el segundo les disparaba a los hombres a quemarropa después de sodomizarlos y luego ambos ultrajaban los cadáveres de estos de manera repetitiva antes de descuartizarlos y ser arrojados por partes a lo largo de todo el país para evitar sospechas. Ola macabra a las que se les unió por algún tiempo una sobrina de Toole y novia de Henry Lucas de quince años de edad, cuya apariencia se asemejaba a una niña de nueve o diez años, con una dulce sonrisa infantil era la encargada de tocar en las puertas de las casas de las futuras vìctimas permitiendo así la estrada de los descuartizadores que con martillos y hachas golpeaban en la cabeza a sus vìctimas. Esta seria posteriormente acuchillada por su novio y su cadáver violado. Durante algún tiempo se dedicaron a robar niños y venderlos en México para ser utilizados en películas pornográficas, según confesión dada por Ottis Toole en el momento de su captura.

Henry Lucas nacido en el estado de Virginia en 1936, estaba antecedido por una infancia traumática aseguraban los informes oficiales y periodísticos de la época, le vestían de niña y recibía continuos maltratos por parte de su madre de nombre Viola dedicada a la prostitución. Desde su infancia Henry Lucas se deleitaba sodomizando ovejas y perros mientras los degollaba, práctica que continuaría haciendo a lo largo de su vida y que le serviría como antesala a cada violación, según constan en los informes psiquiátricos. Su padre Anderson Lucas alcohólico, al que le faltaban las piernas, no trabajaba, murió congelado en un bosque en 1950, cuando Henry tenia catorce años, época por la cual comenzó su larga carrera de robos que le llevo primero al reformatorio y luego a la penitenciaria. En 1960 a la edad de veinticuatro años, cuando salió de la cárcel, después de discutir con su madre, la apuñaló en diversas ocasiones y violó su despojo, por lo que fue recluido primero en prisión y luego en un centro psiquiátrico donde los peritos lo diagnosticaron como “psicópata con desviaciones sexuales y sádicas”. Diez años después, en 1970 habiendo abandonado el tratamiento psiquiátrico y viviendo en casa de su hermana y cuñado, se caso con una amiga de esta, que tenia dos hijas. Mientras su esposa trabajaba, Henry Lucas abusaba repetidamente a la niña mayor de nueve años de edad, mientras que la menor de ocho años era obligada a verlos. Decidió un día cualquiera abandonar esta casa y dedicarse a asesinar y violar a diestra y siniestra a lo largo de los Estados Unidos, hasta que en la ciudad de Miami conoció a Ottis Toole, definido por este como su “gran amante y maestro”. Se dice por otra parte que Ottis Toole que sufría de un “ligero retraso mental” desde su adolescencia ya mostraba su tendencia sádica-criminal: a los trece años se ofrecía para hacer felaciones a los borrachos, a los 14 años de edad cometió su primer asesinato y cuando tenía 25 ya había cumplido trece condenas.[3]

Henry Lucas y Ottis Toole como el criminaloide  y el epileptoide,  la histérica y el hipocóndrico criminal, los amantes suicidas, el sádico y el masoquista, han sido documentados como prototipos de la llamada por psiquiatras y criminólogos como la pareja criminal perversa, dada a partir de “la complementación de dos personalidades heterogéneas que integran una unidad homogénea. Una de ellas toma el nombre de íncubo, y su papel estriba en ejercer presión, sugestión o dominio sobre la otra (súcubo), que es algo así como una identidad receptora del ajeno dinamismo moral”.[4] Tal como ha sido referido por Le Bon, Sighele y Joussain.

Bajo los signos patológicos de psicosis y esquizofrenia, el saber contemporáneo ha pretendido explicar racionalmente una multitud de gestos y agresiones incalificables, subterráneas, absurdas, acciones casi inimaginables y que antes del siglo XIX o habían sido inexplicables por su misma atrocidad o habían sido asociadas a la magia y la hechicería y a los desordenes cósmicos. Parricidios, homicidios pasionales incestuosos, asesinatos masivos perpetuados por individuos perturbados que invocaban a satanás mientras se deleitaban con la sangre de sus vìctimas,[5] asesinatos atroces: torturas, descuartizamiento de cadáveres, entre muchos otros. Como psicosis se ha entendido pues un conjunto de anomalías psíquicas que pueden ser simples o permanentes, de origen congénito o adquiridas como en el caso de la llamada psicosis alcohólica, y cuyos síntomas son: melancolía, delirios, locura de doble forma, confusión mental, delirios sistematizados, delirios microscópicos, delirio megalomelancólicos. Como esquizofrenia se ha definido en cambio, una especie particular de psicosis que a su vez reúne diversos trastornos crónicos, caracterizados por la alteración de la percepción de la realidad, y que ha sido registrada por primera vez por el francés Pinel en un paciente llamado James Tilly Matthews en 1797, conocida por Bénedict Morel en mitad del siglo XIX como demencia precoz, dividida en 1898 por Emil Kraepelin en hebefrenia y catatonia, llamada en 1908 schizophrenias por Eugen Bleuler, asociada comúnmente a la disociación y doble personalidad, a la paranoia y a la psicopatología.

Entre una patología y la otra, la perversidad y la paranoia han sido introducidas como compendios últimos de esa gran familia de la demencia y los comportamientos derivados, como una forma de inadaptación social, una corrupción paulatina de la conducta que ha tenido como causa factores propios y otro ajenos al individuo: herencia patológica, trauma en la infancia: adversidad económica permanente, abandono, situaciones de violencia extrema. Se ha tratado pues de explicar porque ciertos individuos cometen crímenes desmedidos, sin causa aparente, desproporcionados, acribilladores de la conciencia humana, tales son los casos de las no tan celebres «masacres» de Tucson- Arizona, Virginia Tech, Columbine Hihg School-Colorado o la masacre de Aurora-Colorado del mes de julio de 2012: James Holmes, brillante estudiante  estadounidense de neurociencia, disfrazado del Guasón y armado con un fusil AR-15 ingresó al cine de la ciudad de Aurora-Denver durante la premier del film The Dark Knight Rises (Batman regresa-3) y sin mediar palabras acribilló a setenta personas asistentes al espectáculo, muriendo doce de ellas, cuando fue detenido por la policía que evitó que se suicidara, dijo que lo hacia porque él era el Guasón, el “archienemigo de Batman”.[6]

Y entre estas dos patologías, la perversidad y la paranoia, han sido introducidas como forma de explicar esa inadaptación, esa desviación que las definiciones de psicosis y esquizofrenia no alcanzan a cubrir y que en algunos casos puede manifestarse de manera repentina, pero cuyos antecedentes se remontan a un pasado familiar y en muchos casos prehistórico del individuo. Factores propios como: degeneración patológica hereditaria, antecedentes de padres toxicómanos; factores externos: trauma en la niñez, victima de abusos extremos o constantes, familias inestables. Se ha tratado pues de explicar porque ciertos sujetos cometen actos tan escandalosos como degollar o coger a machetazo a un desconocido; ingresar a un salón de clases con un arma Glock 19 o una Walther P-22 y disparar a diestra y siniestra sin blanco fijo; violar, torturar, arrancarle la cabeza a cien niños y luego descuartizar los cadáveres y consumir parte de estos, y durante su juicio o en el momento de ser capturado confesar uno a uno sus crìmines sin omitir detalle alguno con “frialdad inusitada” y cierta sonrisa de satisfacción.[7] Criminales punibles y no punibles, responsables y no responsables, ha sido pues una de las mayores discusiones de las ciencias penales y jurídicas de los últimos cien años.

En términos ya populares, como adaptación del saber psiquiátrico-criminalista, se ha agrupado bajo seis categorías estos actos atroces, a estos seres de violencia indomable:
1.      Serial killer o asesinos seriados y,                      
2.      Asesinos relámpagos;
3.      Genocidas y terroristas;
4.      Asesinos en masa,
5.      Killer o sicarios y,
6.      Homicidas reincidentes.

Los primeros, los serial killer y los asesinos relámpagos, han sido atribuidos primordialmente a los países con un alto desarrollo industrial y económico, a Europa occidental, Rusia, Japón, Corea del Sur y la América anglosajona, ha aquellos sitios donde la pobreza extrema a sido superada, donde el hiperconsumo y el bienestar ha alcanzado los mas altos estándares y primordialmente donde el poder psiquiátrico y psicológico ha tenido una importancia histórica. Los segundos, los genocidas y terroristas, asociados a los países de solvencia económica disminuida, a aquellos que presentan una inestabilidad política constante o no han logrado superar los grandes cinturones de pobreza, a México y Brasil, Colombia y Bolivia, a toda Latinoamérica, a África, cercano y mediano oriente asiático; donde la práctica policial se ha impuesto sobre la teoría psiquiátrica. Allí están inscritas las múltiples masacres atribuidas a la guerra entre los carteles de la droga: los de Tijuana y Sinaloa en la frontera norte de México, la de los carteles de Cali y Medellín en la década de los años ochenta y noventa y presentes hoy en las diferentes multinacionales de la muerte en Colombia; la establecida por los grupos para-estatales y guerrilleros en Perú, en Colombia, en Palestina, en Somalia, en Filipinas, en el sudeste africano, y que en algunos casos ha tenido como respuesta desproporcionada por parte de los Estados una atrocidad aun mayor. Matanzas de aldeanos, de miembros de partidos políticos opositores, de enemigos  del negocio ilícito, de inocentes; hecha por hombres armados y encapuchados que con lista en mano han llamado por nombre propio a sus vìctimas, de carros bombas puestos en una calle cualquiera, de hombres suicidas. Crímenes que han tenido en común un interés económico, religioso o político, que han sido hechos paradójicamente en nombre de la fraternidad, de la libertad, de la igualdad, la justicia y del libre mercado, de Dios o de Ala, en nombre de la humanidad y la salvación eterna.

Y entre uno y otro grupo, se han apiñados a los asesinos en masa, a los sicarios y a los reincidentes, como resultado del dinamismo políticos, de la desintegración de la sociedad, de las crisis sociales y económicas, de los malos resultados de los sistemas pedagógicos-disciplinarios y penitenciarios que han sido incapaces de inducir al criminal ocasional o al infante en condiciones de riesgo extremo por el camino de la armonía social. Interpretación esta de los asesinos masivos contemporáneos pero que sin embargo han sido estructurada a partir de las viejas nociones, unas provenientes del derecho romano, como el invasor de las frontera, del hombre cuya barbarie lo aleja de la civilización, la otra noción proveniente de la etnografía decimonónica, la del habitante de la selva, de donde han provenidos las nociones de instinto, ferocidad, crueldad, malicia. El perverso de la ciudad y el paranoico de la selva se han convertido en las dos grandes metáforas que han definido a los asesinos masivos contemporáneos, del genocida y el terrorista, al sicario y el homicida seriado, del fanático religioso al psicópata sexual, de Gary Ridgway, Charles Manson y Luis Alfredo Garavito a las guerrillas paraestatales y Al Qaeda.

Las sociedades paranoicas, caracterizadas por un sistema de crueldad, sin embargo están subordinadas al Estado, a su consolidación y futura existencia, a los regímenes político-religiosos o económicos, poder por cierto trastocable, desordenado, destotalizado, cíclico, de una larga existencia histórica, dada como bloques requeridos para consolidar el muro, con rasgos paranoico-esquizoide. Los perversos en cambio son el resultado de ese despotismo y burocracia, del consumismo exasperado, del mundo bárbaro y su influencia, de las sociedades maniaco depresivas en la que impera no el terrorismo, sino un sistema institucional de terror, no la crueldad desmedida como en las sociedades paranoicas, sino el juego siniestro del terror codificable, medible, controlable, en la que el asesinato masivo, seriado, el crimen escandaloso, no se han dado como una causa de la desorganización estatal, de la debilidad institucional sino por el contrario, como una consecuencia de dicha organización, donde el discurso de reivindicación, de un nuevo orden, de autonomía, del «más macho», del «gatillero», ha sido sustituido por el de Edipo, incesto, por la ley del deseo.

Centrémonos pues en estos últimos, los del mundo perverso, de donde han brotado los llamados psico-killer, el de los serial killer y homicidas relámpagos, es decir de aquellos individuos que sin motivaciones políticas, religiosas globales o económicas, en un instante de ira protagonizan las más impúdicas masacres, los de las escuelas primaria en Colorado y Virginia; pero también de aquellos homicidas sistemáticos, que asesinan a partir de ciertos rituales sexuales y signos literarios o estéticos visibles, cuyo caso más celebre y documentado ha sido el de «Jack el Destripador de Londres» que hacia finales del siglo XIX degolló varias prostitutas, a demás de ello se burlaba de las autoridades enviando cartas anónimas confesando sus crímenes,[8] y que han tenido múltiples imitadores en nuestra experiencia actual.[9]


Múltiples veces ha sido citada la obra Cazadores de humanos de 1986 del antropólogo canadiense Eliott Leyton quien refiriéndose a estos individuos demuestra que son producto de la industrialización, que su aparición coincide con el desarrollo y la idea de progreso que fijo nuevos parámetros sociales, con el crecimiento de la ciudad y su anonimato, con los hábitos de consumo que ello conllevo, cosa casi inexistentes en las sociedades rituales donde todos se conocían, sociedades donde cundía la crueldad, más no la perversidad.[10] Al respecto, las estadísticas mundiales nos dicen que tres cuartas partes de los casos de asesinos relámpagos se presentan en los Estados Unidos y de estos la mayoría se concentran en los Estados de California, Florida; que el 68% de los serial killer provienen de los países industrializados, primordialmente de USA, Inglaterra, Francia y Alemania. Se ha establecido entonces un prototipo tanto del asesino relámpago, así como del serial: hombre (90%), de clase media o media baja (84%) entre los 20 a los 30 años (44%) en el caso de los primeros; hombres solitarios,  solteros, entre los 20 a los 35 años en su mayoría, con una superioridad académica, victimas de abuso sexual en su niñez, clínicamente definidos como psicópatas pasivos, en los segundos.[11]

Rostros macabros indisputablemente, pero que han cumplido un papel trascendental en el desarrollo de la sociedad industrial y su periferia. Estos amantes del mal son seres doblemente duales, duales en cuanto se presentan como individuos visibles e invisibles, visibles en cuanto siguen un modis operandi, en cuanto han sido ampliamente descritos por el saber psiquiátrico y popularizados por los medios masivos de comunicación, invisibles a su vez en cuanto tales prototipos pueden corresponder a cualquiera, a un vecino, a la profesora, al compañero de estudio, a un viejo amigo, a su esposo, a un hermano descarriado, al primo o compañero de estudio, a cualquier transeúnte que pudramos encontrar en una calle. Jeffrey Dahmer «El Carnicero de Milwaukee», prototipo de todos los asesinos seriados, su personalidad depresiva y psico-maniaca, así lo demuestran. De actitud negativa que le impedía tener amigos, relacionarse o trabajar; rechazado, de lenguaje monocorde, alcohólico y drogadicto, nacido de un matrimonio conflictivo, vivió una niñez sumida en el abandono emocional  que le llevo a su obsesión por la anatomía animal, se masturbaba con revistas de homosexuales y se hacia pasar por retrasado mental para llamar la atención, buscaba relaciones homosexuales casuales en los baños sauna, pero le resultada difícil conseguir erección mientras su pareja estaba despierta, lo que le llevo a buscar cadáveres para ello, mataba a sus vìctimas y violaba, luego las descuartizaba y conservaba sus cabezas, soñaba con crear una raza de muertos vivientes, a veces se vallaba en compañía de los cadáveres. Como todos los asesinos seriados, comenzó matando de manera ocasional, luego su ritmo criminal fue aumentado y volviéndose más efectivo.[12]

En el otro extremo están los esposos Barbie & Ken, él descrito como un joven resplandeciente, adorable y elegante, ella como una mujer hermosa, sensual y sofisticada, hija de padres checoslovacos refugiados, estudiante modelo en la Sir Winston Churchill School y miembro de una sociedad secreta dedicada a conseguir “maridos ricos". Los esposos  Teale eran modelos de la sociedad Canadiense, con carreras brillantes y un círculo de amistad envidiable. Tras esa vida “feliz” se escondían más de cuatro decenas de torturas, violaciones, asesinatos y descuartización de jovencitas, entre ellas Leslie Mahaffy y Kristen French de 14 y 15 años de edad. Atrocidades cometidas en nombre del placer extremo, grabadas por su cámara de video, pues esta pareja del mal se recreaba viendo las cintas de sus hazañas macabras mientras se extasiaban de sexo.[13]

Estos individuos son duales a su vez, en cuanto se han presentado como personajes antiguos y a la vez creaciones recientes. Descritos como descendientes de los remotos monstruos y demonios balcánicos y escandinavos, como seres vampíricos, caninos, licantrópicos, transformistas, omnipotentes, caminantes de la noche. Sin embargo la existencia real y documentada de estos individuos ha coincidido con la aparición de la novela negra y policiaca decimonónica, en: el Dr. Frankenstein o el moderno Prometeo (1818) de Mary Wollstonecraft Shelley, Dr. Jekyll and Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson, Melmoth the Wanderer (1820) del irlandés Charles Robert Maturin, The Vampire (1821) de John William Polidori, Histoire des Vampires (1820) de Collin de Plancy; Varney the Vampire, or the Feast of Blood (1847) de James Malcolm Rymer, Carmilla (1871), Drácula (1897) de Bram Stoker y la saga de Jack el destripador: The Curse Upon Mitre Square (1888) de John Francis Brewer, In Darkest London (1889) de Margaret Harkness.

Habrá que preguntarse entonces ¿Qué requerimientos han sido invocados para la aparición de estos criminales? ¿Qué papel han cumplido los serial killer en la sociedad industrial? Estos seres del mal han surgido más que como una ruptura del pacto social, como un vínculo inevitable de  esta sociedad y tras todo ello se ha escondido un trasfondo económico. Se han presentado pues como una continuidad desde el destripador de Londres a los masacradores de Virginia y el Colorado, un cálculo en términos de rentabilidad desde la novela gótica, de terror  y policial hasta El estrangulador de Boston,[14] Nignt Stalker,[15] Ted Bundy,[16] Karla,[17] Citizen,[18] El corredor de la muerte,[19] Zodiac[20] o Monster[21] con  Charlize Theron y Christina Ricci y los film mas taquilleros, y en las decenas de miniseries y cadenas por cable especializadas en este tipo de maldad;[22] solo hay que recordar tal como ha citado Michel Foucault: la escritora inglesa de terror Agata Cristi es una de las más grandes vendedoras de novelas en todos los géneros y que Dumytére de Ducray-Duminil F.G logro vender 1.200.000 ejemplares de en el año de 1788, cifra inconcebible para esa época.[23]

A mediados del siglo XX, la camioneta marca Ford del no tan celebre homicida Edward Theodore Gein, inspirador de los film  El silencio de los corderos, La matanza de Texas y Psicosis, fue vendida en una subasta pública a unos empresarios de espectáculos para ser exhibida en las ferias con un letrero que anunciaba: « ¡Este es el automóvil de la muerte de Ed Gein!», mientras se debatía en los tribunales la venta de su casa, proyectada para convertirse en la casa del horror.[24] El vocalista de la banda de rock Korn, compró el traje usado por John Wayne Gacy «El payaso asesino» cada vez que estrangulaba a un niño, y la celda en que fue recluido  antes que se cumpliera la sentencia de muerte por inyección letal en 1994, fue alquilada para la grabación de la serie de televisión Prison Break.  Mientras que 16 de enero  de 1991, la estadounidense Aileen Wuornos después de ser detenida una semana atrás y confesar seis asesinatos, esta y su abogado ya habían vendido los derechos cinematográficos de su vida.[25] Y 1994 la madre del Carnicero de Milwaukee condenado a 900 años de prisión y después de ser asesinado a golpes por un recluso, inicio un litigio con los tribunales para negociar el cerebro de sus hijo, mientras que los parientes de sus víctimas, vendieron varios objetos utilizado por el homicida  para torturar,  desangrar, descuartizar y conservar los restos de sus victimas tales como: su nevera, cuchillos, picadoras, sierras, taladros. En el año 2006 en un episodio del programa de televisión South Park se burlaban de las decenas de degollados por los homicidas John Wayne Gacy, Ted Bundy y Jeffrey Dahmer.[26] Junto a este mercado del terror, hay que sumarle la venta ilimitada de armas que se constituye en una de las principales industrias en los Estados Unidos y que se lucran ciertamente de estas oleadas de horror, a su lado la lista interminable de folletines, páginas rojas y amarillistas que a diario recrean tales masacres. Mercado de doble vía, inspirado en las sergas de estos maleantes, pero a su vez promotores y motivadores de su existencia. Solo hay que recordar el caso ya citado de James Holmes que “inspirado” por la saga de Batman y disfrazado de se archienemigo El Guazón, escenificando una escena cinematográfica perpetra una masacre en una sala de cine en Aurora Denver el 2012.
Se trata evidentemente de un círculo que ha requerido de la existencia de este tipo particular de delincuentes. La policía y los sistemas judiciales y penitenciaros le han requerido; las psiquiatría, el psicoanálisis criminal, la medicina forense en cierta medida, han basado su existencia en ellos; los misioneros carcelarios, los jueces y jurados, se han sustentado también en ellos. Los propios asesinos han requerido a su vez de una audiencia que aplauda sus atrocidades, de biógrafos, de periodistas, productores cinematográficos que estén dispuestos a comprar los derechos para hacer una película inspirada en sus vidas, de un comité de prensa a su disposición, como en el film de Oliver Stone  Natural born killers.[27] Los llamados Psicokiller habrá pues que analizarlos como personajes histórico-políticos,  como derivación del saber-poder contemporáneo, como una forma especifica dada a partir del desplazamiento del poder de matar, del monopolio de la violencia por parte del Estado, en el que la fantasía de la carne, ha desbordado los sistemas de disciplinarios y las técnicas más rigurosas de control.






(Letra de la canción JONH EL ESQUIZOFRÉNICO De CALLE 13)[1]
Mi nombre es John Alejandro y soy esquizofrénico,
No soy nada de atractivos mucho menos fotogénico,
Mi mejor amigo es un payaso que me aconseja,
tiene ojos de rana y vive dentro de mi oreja,
él habla mucho y a veces se molesta,
y cuando le pregunto cosas casi nunca me contesta,
pero él da la vida por mí y yo doy la vida por él,
también sabemos que hay un desnivel
dentro de nuestro redondel,
la gente piensa que yo estoy enfermo
porque corro por la ciudad con mi cuaderno,
hablando con los perros con pantalones cortos y unas botas de
vaqueros
un paraguas en la mano y un sombrero de torero,
pero no estoy mal del todo también hablo con la gente
digo muchas mentiras para jugarle con la mente
me gusta dar mal las direcciones del camino
para que la gente siempre llegue tarde a su destino,
ando con dos hadas madrinas volándome por encima
cargando jeringuilla repletas de vitaminas con morfinas
hasta que mis venas se inunde
pues me la paso haciendo muecas y la gente se confunde,
perdóneme si me estoy riendo demasiado
es que ayer se murió mi madre y me botaron del trabajo,
debo 6 meses de renta en mi cartera ni un centavo,
y no me baño desde octubre del año pasado
tengo mi cuerpo todo cicatrizado,
con cortaduras profundas y quemaduras en primer grado,
pero no es nada grave nada delicado
es que nunca me doy cuenta porque me la paso todo el día anestesiado
me gusta caminar solo así hablo con el viento
nunca he tenido sexo como una monja en un convento
tranquilo aunque se que puedo explotar
de manera repentina como una mina en la segunda guerra mundial
soy un psicomaniático antisocial
luego de saludarte me lavo las manos con jabón antibacterial,
soy un paciente mental lo admito
pero eso no te da derecho a mirarme de reojo
y a tratarme de lejitos
ven acércate no te voy hacer nada
lo que parece sangre en mi camisa es salsa de tomate derramada
ven amiguito acércate aquí las tijeras que traigo son para
cortar el jardín.

CORO:
Soy un asesino en serie, como los de miniserie,
Detrás de la puerta, colecciono gente muerta,
Para poder matar el hambre, desayuno cereal con sangre,
No tengo familia, porque maté a mi familia.

A veces vienen doctores a visitarme
Con disfraces de fantasmas a tratar de alegrarme
Porque sufro de trastornos ayer metí mi gato en horno
Y su rabo me lo colgué en el cuello de adorno
Cuando me dan los episodios empiezo a sudar sodio
Y grito muy fuerte para poder sacar el odio
También me dan miedo las sombras
por eso no me atrevo a ir al baño
Y me orino en la alfombra
Es normal yo solo tengo 13 años
Todavía corro bicicletas y no hablo con extraños
Pero si no tomo mis medicinas durante el año
Todos los días sueño con poder hacerte daño,
Picarte en pedacitos con estas mismas tijeras
Meterte en bolsas plásticas y guardarte en la nevera
No se asusten hoy me tome mis medicamentos
Estoy de buen humor bien contento con buen aliento
Yo sé que llevo cara de serio pero estoy contento
Ahora mismo voy a jugar con mis amigos en el cementerio,
De hecho estoy enamorado de unos de mis amigos
Hace un año murió sin dejar rastros ni testigos
Es una niña hermosa con la cara color violeta
Todas las noches me acompaña a correr bicicleta
Ella no habla por que es sordomuda
Y Por eso la gente piensa que estoy hablando solo y que
necesito ayuda.
CORO:
Soy un asesino en serie, como los de miniserie,
Detrás de la puerta, colecciono gente muerta,
Para poder matar el hambre, desayuno cereal con sangre,
No tengo familia, porque maté a mi familia. X2


[1]Calle 13. “John el Esquizofrénico”. Álbum: Vamo' a portarnos mal, 2010.


[1]Calle 13. “John el Esquizofrénico”. Álbum: Vamo' a portarnos mal, 2010.
[2] Foucault, Michel. “Del buen uso del criminal”. La vida de los hombres infames. Ed. Altamira. La Plata- Argentina.
[3] Norris, Joel. Henry Lee Lucas: retrato de un asesino en serie. Traducción de Rafael González Caballero. Ed. Valdemar. Colección de crímenes reales. Madrid, 1995.
[4] Pérez, Luis Carlos. Nuevas bases del derecho criminal y sociología criminal, con referencias a la legislación y a la realidad social colombianas. Ed. Americana de Publicaciones, 1947, pp. 66-67.
[5] Ver por ejemplo los casos tan renombrados de:  Jeffrey Dahmer el caníbal de Milwaukee, Albert Fish El vampiro de Brooklyn, sospechoso de más de cien violaciones de niños y del asesinato de cerca de treinta personas en Nueva York; o el colombiano Luis Alfredo Garavito El monstruo, sentenciado por la violación y asesinato de 142 niños.
[6] Associated Press.Who is James Egan Holmes?20 de Julio de 2012. Consultado el 22 de julio de 2012; Reuters. «Resume submitted to University of Illinois Urbana-Champaign». pág. 11. Consultado el 8 de agosto 2012; Castillo, Mariano. «James Eagan Holmes: Aurora, Colorado shooting suspect: Who is he?». CNN, 21 de julio de 2012.
[7] 172 víctimas de Luis Alfredo Garavito” Oficina de Divulgación y Prensa, Fiscalía General de la Nación de Colombia. En: www.fiscalia.gov.co/pag/divulga/InfEsp/Garavito.htm
[8] Ver por ejemplo: Cornwell, Patricia. Retrato de un asesino: Jack el Destripador, caso cerrado. Ed., Barcelona, 2003; Wilson, Colín. Jack el destripador, recapitulación y veredicto. Ed. Planeta, Barcelona, 1986.
[9] Ver los casos: del coreano Cho Seung-Hui, protagonista de la “Masacre de Virginia Tech” de abril de 2007, que envió una encomienda postal a NBC New de New York, en la que iban fotografías y un video  en los que expresaba su odio a la sociedad;  la masacre de la Escuela Pública Municipal de Tasso da Silviera en el Brasil de abril de 2011, en el que el homicida previamente publicó en Internet una carta confesando su futuro crimen.
[10] Leyto, Elliot. Cazadores de humanos. Ed. Alba, 2005, 432p.
[11]Oliver, Cyriax. Diccionario del crimen: De Abedul a Zyklon B, una enciclopedia del mal. Ed. Anaya & Mario Muchnik, Madrid, 1993; Mendoza Luna. Asesinos en serie. Ed. Norma, Bogotá, 2010.Cebrián; Juan Antonio. Psicokiller, asesino sin alma. Ed. Nowtilus, Madrid, 2003;www: fiscalia.gov.co, 172 NIÑOS VÍCTIMAS DE LUIS ALFREDO GARAVITO; Countess Elizabeth Bathory - The Blood Countess - The Crime library; Texas Execution Information - Report: Angel Maturino Resendiz; Dennis Nilsen Famous Criminal; "Murder UK - Rosemary and Fred West" Murder UK Retrieved 12 July 2007; Ramsland, Katherine. "John George Haigh: a malingerer's legacy". Forensic Examiner, The. FindArticles.com. [2] Consultado el 29 de mayo de 2011.
[12]Dennis Nilsen. Famous criminal.
[13] Ibíd.
[14] Fleischer, Richard. USA, 1968.
[15] Fisher, Chris. USA, 2002
[16] Bright, Matthew. USA, 2002.
[17] Bender, Joel. USA, 2006.
[18] Gerolmo, Chris. USA, 1994.
[19] Metcalfe, Tim. USA, 1996.
[20] Fincher, David. USA, 2007.
[21] Junkins, Patty. USA, 2003.
[22] Ver por ejemplo el canal: ID (Inventigation Discovery).
[23] Foucault, Michel. “¿Qué es la literatura?”. De lenguaje y literatura. Ed. Paidós. Barcelona, 1996. p. 150.
[24] Reavill, Gil. Aftermath, Inc.: Cleaning Up After CSI Goes Hom. “With onl two confirmed kills, Ed did not technically qualify as a serial killer (the traditional minimum requirement was three)”. Gotham. 2007, p. 228;  http: //www.trutv.com/ library/ crime/ serial_ killers/ notorious/ gein/begin_2.html.
[25] Zarrella, John. “Wuornos' last words: 'I'll be back'”. CNN. 15 de octubre de 2002.  Consultado 10-6-2006;  http://www.clarkprosecutor.org/html/death/US/wuornos805.htm
[26] South Park. “Hell on Earth”. USA, 2006.
[27] Stone, Oliver. USA, 1994.

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