domingo, 11 de septiembre de 2011

LOCOS O GENIOS

LOCOS O GENIOS
Por Manuel Fernado Arce Bejarano 
 « Valido la inscripción de este blog al servicio Paperblog bajo el seudónimo alegria »
Salvador Dalí (1904-1989)
 Ya que se nos hace casi imposible defendernos contra la arremetida omnímoda de una “ciencia”, que un ilustre filosofo sentenció que para desgracia nuestra, hizo de la sexualidad nuestro estudio. Y objeto de estudio, de los dispositivo contra los placeres y señalamiento del genero humano; no menos de ciento cincuenta años que occidente cristiano, instaló mojones y creó barricadas en su mundo civilizado, y con ello no se escapan ni los genios. El propósito de esta pequeña disertación, es hacerles frente socavando sus cimientos, y sin embargo ante la fragilidad de sus argumentos pero tan fuerte y tan grande en su estructura, que se nos hace solido como el imperio del rey Nabuconosor, a pesar de sus pies de barro.


Cuando el mundo lo dividieron entre normales y anormales, se pregunta uno ¿de qué lado están esos hombres que le dejaron un legado a la humanidad, desde la ciencia, el arte, la filosofía? La respuesta puede tener varios frentes, obviamente se cae por su peso de la jurisprudencia, entonces pasarán al lado la historia por sus aportes; se supone, que los otros estarán confinados con las leyes, como los hombres infames de Borges, la realidad contigua.

Los estudiosos de la mente aseguran que el gran pintor, poeta surrealista Salvador Dalí si no se hubiera encaminado por el arte, sería un maniaco sexual, ya que su tendencia libidinal, su carga afectiva por el hermano muerto, el primer Salvador, hicieron ciertos esquemas compulsivos como llaman a eso que la psiquiatría denominó estigmas personales, y que con el devenir y afinamiento discursivo se le ha de llamar vivencia de aniquilación emocional pero no se preguntan como es que estos aparecen en la sociedad. Y uno se pregunta, por qué Gillaume Apolinaire, ocultó por tanto tiempo ser el autor de las Once mil vergas. En 1907 cuando sale la obra literaria el mundo castigaba con pena a los autores de libros obscenos, es de imaginar una época floreciente para esta ciencia. No por su humor erótico, sería encausado, sino por el peso que representa, la obscenidad, puede, que el hecho de representar a uno de sus personajes, como el príncipe, esté agazapado, pero esto no da pie, que de esta obra se esconda un loco neurótico, como dice la mojigatería, citando a J. Rafael Macau:

Guillaume Apollinaire
 (1880-1918)
“Las once mil vergas es el texto más claramente humorístico de Apollinaire. Responde a su gusto innato por la provocación, a su interés por el erotismo, a su portentosa e imaginativa erudición, a su don genial para la mistificación y, cómo no, a la contradicción permanente a toda la obra y la vida del poeta.” 1

Es conocido por los amantes del arte y de la pintura el estilo surrealista de Dalí y que en la mayor parte de su obra se manifiesta, la personificación de sus vivencias, mas también, es conocida que el artista, encontró en su arte la manera de llevar a cabo las exigencias de su vida, sus angustias y temores, pues es inocultable que fue muy tímido con las mujeres como lo cuenta en su vida secreta, por otro lado, la efervescencia de sus placeres, eso la vamos a ver en el gran masturbador, donde recuerda sus años de adolescente y confirmado en sus relatos autobiográficos: “la mortificación de no haber podido alcanzar los seres inaccesibles que rosara con mi mirada henchía mi imaginación. Con mi mano, ante el espejo de mi armario, cumplía el rítmico y solitario sacrificio…” 2

Genios o locos, para unos sí para otros no, la escarapela depende de lo que se haga con la vida, o más bien, de lo que se le esté permitido en sociedad, o lo que esta, tolere aceptar, de su ¿oxímoron? O no será más bien de unos mecanismos de poder, habría que hacerle la pregunta a esta sociedad liberal que fijó las reglas al trascendentalismo democrático, a lo que incita, o a lo qué reprime.

Young Virgin Autosodomized
by Her Own Chastity (Dalí, 1954)
 ¿Por qué tanto Dalí, como Apollinaire, llegaron a ser lo que fueron? Y ¿por qué este empecinamiento con la sexualidad? La sociedad demoliberal que homogeniza los actos, los deseos y placeres y por otro lado, rechaza; los hombres comprometidos realmente con su papel en la historia y al participar de esta, no son ajenos a los acontecimientos de su época, fijando su posición, no son hombres que tienen la política como profesión, leamos este aparte de Macau: “Entre las líneas de este texto corrosivo que puede ser interpretado, si se quiere, como denuncia de una manera de vivir y de unos falsos valores, aparece la atracción hacia ese mismo modo de vida que se denuncia. Creo que ni la denuncia ni la atracción formaban parte consciente de las intenciones del autor. Inconscientemente están presentes las dos. Atraído estéticamente por aspectos de una sociedad que le repugna, Apollinaire se burla ferozmente de ella. No es la única de sus contradicciones”. 3


Dalí, Vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo

Así como el Márquez de Sade denunció una sociedad añeja por su estilo, no estamos de acuerdo con Macau. Es sabido que la sociedad que configuró los códigos victorianos, no va a tolerar su desnudez, pues para ello, le es útil el doble espejo del confinamiento y la libertad, los artistas comprometidos políticamente por obvio derecho, tal ves encontraron su aurora, pues no es ese maquinismo en sociedades retrogradas, lo que lo permite, estar de lado de la extensa cola de los que hacen parte de la sinfín de la historia, que muchas veces creen atacar ese poder con su medianía, van al unísono de la corriente temporal. Entonces, Dalí como Guillaume Apollinaire, usar el dispositivo, para burlarse, pero donde los psicólogos ven estigmas, ellos vieron carcajadas, gran ironía, sublimó su personalidad y se convirtió en el soberano. Es imposible que olviden su dios freudiano, miremos este pequeño fragmento: “Lo mismo que los otros rumanos, el hermoso príncipe Vibescu soñaba en París, la Ciudad-Luz, donde las mujeres, bellas todas ellas, son también de muslo fácil. Cuando estaba aún en el colegio de Bucarest, le bastaba pensar en una parisina, en la parisina, para conseguir una erección y verse obligado a masturbarse lenta y beatíficamente. Más tarde, había descargado en muchos coños y culos de deliciosas rumanas. Pero, lo sabía perfectamente, le hacia falta una parisina.” 4


Porque no pensar que el gran maestro, lector de Freud, a los diez y nueve años de edad, en pleno auge del psicoanálisis y todo el movimiento iniciado por André Bretón, vieron en las premisas del inconsciente su arma de trabajo para alcanzar los ideales de una sociedad capitalista y que no sólo pintar cuadros bonitos, le daría un lugar en sociedad.

la locura y la genialidad siempre estuvo relacionada de manera misteriosa, es una locura ficcionada, pero, por ello no, menos realista, es la locura que invadió el imaginario medieval, que hace parte de un mundo mítico, que siempre estuvo relacionado con la leyenda. Desde los griegos que consideraron de origen divino, dicho dios podía curar o sanar, pues, siempre se le consideró su sentido escatológico: la virtud en oposición a los placeres del cuerpo.el hombre que vive para satisfacer sus deseos, transforma su alma en prisionera de la bestia. Locura trágica o genialidad sospechosa; la barca de los locos simboliza una inquietud occidental. Los locos y la locura eran una amenaza y cosa ridícula, de los hombres, también al mar se le tiene el temor por la vocación demoniaca de todo un pueblo, la locura era un elemento oscuro y acuático relacionado con las contradicciones cosmológicas, se ha conjurado a los genios como a las brujas a los cambios de la luna y perdidos en el ancho mar. Os lanzaría una pregunta a los seguidores del inconsciente que en todas partes ven cavernas oscuras repletas de demonios acechando para descargar nuestro semen, como la han visto en Salvador DalÍ “(Dalí no era por tanto el único), y además tenía una cualidad perverso polimorfa con componentes orales, anales, fálicos, incestuosos etc. (por tanto Dalí podría ver sus “perversiones” como un componente normal de la sexualidad infantil)5 en qué plano ubicarían a Geronimus Bosch si analizaran con más detenimiento el jardín de las delicias, ¿sería un depravado sexual, o usando uno de sus términos, su compulsión sexual, se explayó en su obra? Por lo pronto, admiremos su capacidad de llevar al espectador el histrionismo pictórico llevado al límite por el mundo cristiano, que el Bosch plasmó sin ánimo saturnalesco.


La persistencia de la memoria (Dalí)


Metamorfosis of Narcissus (Dalí, 1937)

Soft Construction with Boiled Beans
Premonition of Civil War (Dalí, 1936)



_______________________
1. Macau, Rafael. Prologo a la traducción de 1977 de las Once mil Vergas. Editorial Icaria, S.A, p. 3.

2. Dalí, Salvador. Vida secreta, p. 231.
3. Op. Cit., Macau, p. 3.
4. Guillaume, Apollinare. Las Once mil Vergas, p. 1.
5. Ramón Riviera i Albés. Un estudio psicoanalítico sobre la vivencia de aniquilación emocional en Salvador Dalí, p. 5.






















domingo, 4 de septiembre de 2011

LOS SIMPSON: “..Y CUANDO EL SEÑOR CHARLES MONTGOMERY BURNS QUIZO SER DIOS”

“BURNS EL SEÑOR BURGUÉS”

 « Valido la inscripción de este blog al servicio Paperblog bajo el seudónimo alegria »

(Parte de:LA SOCIEDAD AL DESNUDO: “Análisis sociológico y antropológico de la sociedad occidental a través de los Simpson´s”  Juan Carlos Alegria Montaño & Manuel Fernando Arce Bejarano. Cali, 2005.  ) (Imagen: Señor Burns. Autor: MacGroning "LOS SIMPSON)



Charles Montgomery Burns dueño de la central nuclear de Springfield, su edad es un enigma, a veces aparece con ochenta y dos años, otras con ciento cuatro, es decir, la edad del capitalismo imperialista norteamericano21. Su fortuna simboliza el mito del capital originario descrito por Karl Marx22. El gran Monty – Burns modelo del empresario dinámico y visionario, se interna en los más profundo de la ética puritana tan alabada por Benjamín Franklin a fines del siglo XIX y analizado por Marx, Weber23, donde el empresario es el gran héroe social, pues considera que dar empleos, es su deber y por ello se enorgullece, pues dichos actos contribuyen al progreso de su comunidad y por ello todos los obreros deben adorarle y rendirle culto.

El Señor Burns dueño del pueblo quiere repetir la hazaña de la burguesía industrial y comercial decimonónica y tener el poder político, así que se inscribe como candidato a la gobernación del Estado24, desea unificar el poder económico (que ya posee) y el poder político, así como los revolucionarios en el siglo XIX le cortaron la cabeza al rey, e implantaron la democracia. Para ello Burns se vale de todas las artimañas sabe que la demagogia es el camino al cielo, en una sociedad de afiches, maniquís y glúteos – ligh, por eso se rodea de un ejército de asesores; abogados, estilistas, secretarias, jefe de prensa, maquillistas; quien transforma al avaro y frio Monty en el modelo ideal del puritanismo. Se vale de la televisión, del nuevo oráculo de occidente, quien le dice a la sociedad que sentir, desear; cuando reír y cuando llorar, y, por quién votar, como dice el primer ministro de Italia Silvio Berlusconi “aquellos que no aman la televisión son los mismos que no aman a Estados Unidos”25. En síntesis podremos afirmar que el señor Burns es a la democracia como el discurso retórico le es al pueblo llano y acrítico26.

“..Y CUANDO EL SEÑOR BURNS QUIZO SER DIOS”



Montgomery Burns reúne en su carabélica, desgarbada y quijotesca existencia, la grandeza enflaquecida de la aristocracia decimonónica, que añoraba el pasado señorial y noble; de los místicos y fantásticos castillos medievales, las legiones caballerescas que luchaban contra herejes, gigantes y dragones, elfos, enanos y brujas, y todo un cúmulo de enemigos infernales y seres del bosque; “todo por el honor y la gloria” (del Señor feudal). Recreados majestuosamente por la épica románica en “Chason de Ronald”, “el poema del Mío Cid” y “la Saga de los Nibelungos”. Pasado lleno de privilegios para la nobleza terrateniente que se negaba a desaparecer y se desgarraba sangrientamente frente a los nuevos tiempos. Y el señor Burns desde su gótica mansión oscurecida por los cielos observa a esa muchedumbre hambrienta, lanzarse sobre las calles; pero ya no en busca de un trozo de pan como en la célebre revuelta francesa (1789) sino contra Homero Jey Simpson “la última salida de Springfield”27, el sucesor de “César Chávez”28, Homero el líder sindical, y todos los obreros que exigen mejores salarios; pero también contra las  diferentes O.N.G. y agrupaciones pro-ambientalistas protestando por sus ríos de basura radioactiva. El señor Burns ya no puede como sus “abuelos” recurrir al caldazo, las mazmorras, el paredón o las sobras descompuestas del banquete de ocho noches atrás, como lo narra Alejandro Dumas29 para controlar al “populacho” iracundo; este ahora como individuo perteneciente al pacto social debe recurrir al diálogo, la retórica y la demagogia que ocultan bajo el maquillaje de libertad y justicia, el fusil.

El señor Monthy – Burns es ese Luis XVI de Springfield, el gran monstruo político de todas las sociedades; un ser inscrito tanto en el campo jurídico como biológico, pues combina “lo imposible y lo prohibido”30; pero no viola la ley, pues es el gran modelo de todas las diferencias como el “monstrun romano” y es al mismo tiempo el “portentum u ostentum” medieval, Chales Montgomery Burns es una mezcla entre dos reinos: el animal y el humano: cuerpo de hombre y cabeza de serpiente, mixtura de la muerte y la vida: “su cuerpo vive sin explicación científica alguna”. Es un ser “cosmológico y anticosmológico”.

¿Si el señor Burns es Luis XVI, quien será su esposa? María Antonieta es representada por el señor Waylon Smithers su fiel ayudante.
 El cerebro real de la organización, frió y calculador, no valorado por su jefe pues lo cambia por un “perro”; Smithers es la materialización de aquella frase “detrás de un gran hombre, hay una gran mujer”. Enamorado del señor Burns le sirve de día y de noche, complaciéndole en sus más bajos caprichos, pues así como el cuerpo de la mujer es el engranaje de la familia burguesa, este lo es de la planta nuclear.
 32. Así Burns crea todos los medios, se inventa toda clase de quijotescas aventuras que le devuelvan el honor y la gloria que nunca ha tenido que le hagan inmortal.33. Así que el señor Burns busca un heredero; huele en Bart Simpson la sangre nueva que su seco cuerpo necesita, quiere convertirlo en el más salvaje mercantilista de la selva del libre cambio, del mundo de las finanzas34, Bart al principio se mueve como tiburón en una piscina repleta de sardinas, pero finalmente el “pequeño Burns” comprende que no es como su padre adoptivo, que no es corrupto, que ama a su familia y además Bart no requiere del dinero, pues la “crueldad” es su esencia. El señor Burns no se resigna, su espíritu no los resistiría, hace y deshace para ser recordado. Su cuerpo hace lo propio, posee todas las enfermedades: conocidas y desconocidas, propias y extranjeras, civilizadas y tropicales, terrenales y celestiales; desde el Agne juvenil hasta la viruela ya desaparecida, desde un leve resfriado hasta la pulmonía, desde la sifilis y la peste negra hasta el SIDA y el cáncer; cúmulo de bacterias y bichos virulentos que médicamente hablando forman un tapón en su organismo creando un equilibrio metabólico (fácil de entender). Pero además del quimero burgués de la eternidad, ese montón de males que contiene el señor Burns simbolizan las enfermedades, dolencias, tormentas y calamidades que un sistema lleno de afujías, contradicciones y envidias como el occidental. Su cuerpo solo es la tierra flácida, enflaquecida, desangrada y diezmada por una enfermedad llamada occidente, por un virus que se llama a si mismo homosapiens – sapiens. En la literatura revolucionaria  francesa Luis XVI es simbolizado por el chacal y María Antonieta por la Hiena “la figura del desenfreno, de la licencia sexual y en particular del incesto”31, se dice que Antonieta se acostaba con sus primas y hermanas; así el señor Smithers es un ser siempre al asecho de su carroña, traicionero y vengativo que hace lo que sea para lograr sus cometidos; travesti consumado que adora los largos vestidos de gala, encajes y lentejuelas; tiene en su cuarto la muñeca Stacy Malibú en todas sus formas y vestidos: la Stacy bailarina, la campanilla, la bella durmiente, glamour, fashion, etc. Es decir los revolucionarios veían en la monarquía mítica, la reencarnación del mal que abría que guillotinar.
 


La estructura feudal sucumbió ante el “progreso” industrial y este surgió gracia al fortalecimiento de una nueva clase social que se apropió de todo ese imaginario medieval, recreándolo con las chimeneas y hornos. El señor Burns como muchos nobles del siglo de Napoleón y Warner se niega a morir a sucumbir, ante los tiempos nuevos, convirtiéndose en burgués.

La espantosa figura humanoide del señor Burns se convierte así en el punto de confrontación de todas esas visiones apocalípticas y celestiales que a partir del siglo XVIII la clase burguesa comenzó a fraguar: quimeras del vigor, de la longevidad, de la inmortalidad, de la eternidad; y de la misma forma como los iberos recorrieron América durante los siglos XV y XVI guiados por los fantasmas del dorado, las míticas amazonas, del niño de la selva, la Atlántida o en compañía de “Sancho” Homero “Panza” recorren el mundo de este a oeste, de sur a norte en busca del santo grial, de la piedra filosofal, de la mítica criatura de un lago en la tierra del jardinero Willi

Por ese mismo hecho ve en su descendencia un camino hacia la eternidad, la continuación de su estirpe, de su clase, de su apellido, de su fortuna varios milenios; de años después de su muerte, pero su pequeño y obeso hijo no puede, ni quiere cumplir con tan duro destino, él prefiere flotar en su tabla sobre las olas y vivir el ahora tomando el sol en alguna playa sin importarle un futuro que no existe más que en la imaginación






21 “América para los americanos” se volvió realidad cuando Estados Unidos toma las armas contra España en 1898 derrotándole en menos de 3 meses: Puerto Rico, Cuba, Guam y Filipinas comenzarían a girar en torno a USA. que paralelamente practicaba cada vez más el imperialismo económico en América Central, Sur y Asia. Y en 1914 ya se había convertido en una potencia planetaria, el principio del siglo XX fue igualmente el inicio y consolidación de las grandes fortunas familiares en Norteamérica: la “Standard Oil Company” de J. Rockefeller; “Vs Steel Corporation” de J. P. Morgan; el imperio de transporte de W. K. Vanderbilt; y las industrias ferroviarias de George Gould o Harriman (ver por ejemplo Hobsbawm, Eric J. La era del imperialismo).
22 Marx, Karl. El Capital. Cap. XXIV.
23 Weber, Max. La ética protestante  y el espíritu del capitalismo. Ed. Coyoacan, México, 1999, 195 p. 
24 Groening, Matt. Los Simpson`s.“El pez de tres ojos”. Temporada No 1, episodio No. 4
25 Citado por: Virilio. Op. Cit.
26 Leer por ejemplo: Platón, La República.
27 Groening, Matt. Los Simpson`s. “La última salida Springfield”. Temporada No 4, episodio No. 76. Homero se volvió líder sindical.
28 César Chávez. Líder estadounidense, en 1960 participo en la huelga de campesinos de Arizona y lidero más tarde el boicot mundial de uvas de California. Homero un libro titulado “César Chávez” recomendado por Lisa durante su huelga de hambre (“Homero Idealista”. Temporada No 12, episodio No. 261).
29 Leer: “El hombre de la mascara de hierro”.
30 Lo escribe Michel Foucault cuando analiza el imaginario revolucionario con relación al monstruo humano. “Los anormales”, Pág. 61.
31 Ibíd. Pág., 100.
32 Groening, Matt. Los Simpson`s.”Monthy no puede comprar mi amor” Temporada No 10, Episodio No 224.

33 Groening, Matt. Los Simpson`s. “Papi Burns” Temporada No 8, episodio No 157.
34 Groening, Matt. Los Simpson`s. “El heredero de Burns”. Temporada No 5, episodio No. 99 ó “Sangre nueva”. Temporada No 2, episodio No. 35.


LA TIERRA DE TOMY & DALY (Itchy and Scratchy show)

El show de Tomy y Daly :
fábricas de miedos   y fantasías
(Parte de: LA SOCIEDAD AL DESNUDO: “Análisis sociológico y antropológico de la sociedad occidental a través de los Simpson´s”  Juan Carlos Alegria Montaño & Manuel Fernando Arce Bejarano, Cali, 2004) (Imagenes: MacGroning. LOS SIMPSON´S; Maliory Noxi (Asesinos natos. Oliver Stone. Usa, 1994); Piolin y silvestre (Waner Bros); Tom y Jerry (Metro Goldwyn Meyer) 

Tomy está feliz pues es su cumpleaños y su fiel compañero el pequeño y servicial Daly quiere festejar este acontecimiento como jamás alguien se pudiera imaginar, quiere convertir al gato cumpleañero en un banquete súper – explosivo de jolgorio, sangre y despilfarro y no es ninguna metáfora, pues el ratoncito habido del característico puritanismo y humor norteamericano le prepara un dulce y suculento pastel de frutas, relleno de TNT y mecha corta que envían al gato Tomy al ultramundo. Escenas como estas hacen parte del itinerario no sólo del show de dibujos animados más popular de la televisión de Springfield,[1] sino de la programación diaria de cualquier canal infantil del hemisferio.
Dos cosas llaman poderosamente la atención cada vez que se emite el show de Tomy y Daly, la primera, la incontrolable risa de Lisa y Bart o cualquier tele – espectador que aprecie las masacres y los ríos de sangre que ensucian al otro lado de la pantalla las entrañas de Daly fruto de las infantiles travesuras de esta criatura de tan solo unos centímetros, y cabe preguntarse ¿Cuál es la razón de sus carcajadas? Y la segunda cosa que llama la atención es el público para quien va dirigido, pues se supone que es un programa infantil.
La señora Marge Simpson
en su campaña contra
Itchy and Scratchy Show

Y entonces nos preguntamos, ¿Por qué de la risa hasta ya no poder de Bart y Lisa? ¿Será acaso por la originalidad del show, por la espectacularidad y coloridas tripas del infantil gato desparramadas episodio tras episodio? Dicho espectáculo se repiten una y otra vez, sólo cambia en escenario, a veces están en una granja, otras en la playa o en un bosque y los instrumentos de tortura y aniquilación: ganzúas, sierras eléctricas, hornos, cañones, escopetas, lanza llamas, misiles, martillos, cuchillos; pero en resumen siempre son los mismos argumentos, el inocente gato sin motivo alguno es capitulo tras capitulo masacrado por el perverso ratón. Hay algo que aún no hemos dicho “el show de Tomy y Daly” está protagonizado por Daly un pequeño ratón que occidente lo relaciona con una figura inofensiva por su naturaleza tímida y por Tomy un gato que además presenta la ventaja o desventaja de ser negro, cazador que después de capturar a sus presas se deleita jugando con sus cuerpos, le destroza con sus filosos dientes; en ese cúmulo de imágenes que el fantástico mundo occidental a recogido, este aparece como un “spiritus familiaris”, como un ayudante de las brujas, relacionado con la crueldad y la lujuria, es decir el programa de “Tomy y Daly” retoma esa vieja dualidad del mito, de la lucha eterna entre el bien y el mal; hay que advertir que este show así descrito tiene poco de original, pues la televisión infantil está inundada de programas con montajes similares o recordemos a los inmemorables Tom y Jerry[2] Metro-Goldwyn-Meyer y ni hablar de la Warner Broder: Piolín y Silvestre, Correcaminos, Speedy González. Historias de persecuciones frustradas, donde finalmente el bien vence al mal, los débiles se imponen al final; la maldad es representada por gatos negros, coyotes, lobos, símbolos medievales de los bajos mundos de Belcebú, retomados en el siglo XIX por Hans Christian Andersen, Charles Perrault y los hermanos Grimm en sus cuentos infantiles, historias además que retoman una vez más los dos viejos temas de prohibición: sexo y alimento; discurso por ende si se quiere antinatural ¿Pues acaso no es natural que un gato persiga y se alimente de un ratón? Acción que occidente señala al contraponer la cultura al instinto.
  

¿Pero por qué Bart y Lisa ríen sin parar? El show de “Tomy y Daly” reinventa el mito, repliega los dos temas de prohibición (sexo y alimento) sobre si, liberándolos de su contenido moral, Lisa y Bart no ríen del sanguinario espectáculo, ellos ríen de occidente, pues el malvado gato no es tal por el contrario es dulce y bondadoso, vive en un universo onírico de flores y nubes multicolores como blanca nieves, tan dulce e ingenuo como ella, que ignora las maldades y confía en todos y como canta el brasileño Roberto Carlos solo quiere un millón de amigos; por el contrario Daly nada tiene en común con Jerry (el de “Tom y Jerry Show”) es mejor una copia al estilo de Jack el destripador, Mickey y Maliory Noxi, J. B. Grenoville, Freddy Krueger, Norman Bernard o cualquiera de los psicolkiller del espectáculo o de la realidad creado por el imaginario occidental. Es decir que el show no es más que un juego continuo entre el bien y el mal, donde el gato y el ratón invierten la dualidad y lo que occidente considera bueno, estos lo muestran como malo y viceversa, y una y otra vez nos preguntan con sus acciones ¿quiénes son los buenos y quienes los malos? Si lo que para ustedes es maldad para nosotros bondad, ¿quién es el monstruo biológico?, ¿los otros o nosotros que los inventamos?

Mitos del tabú y el tótem, bases por demás del discurso del psicoanálisis y la etnografía y que en el show del gato y el ratón toman otro color, pues Tomy – el gato no desea comerse al ratón (práctica contra – natural, degeneración biológica), por el contrario desea ser su amigo y más aún desea casarse con el ratón, pues Tomy a veces es macho a veces es hembra (mixtura de dos géneros: hermafrodita y de dos especies: copula de un ratón y un gato), el gato en vez de perseguir y devorar al ratón, suple su necesidad alimenticia sobre sí mismo (autocanivalismo) donde Daly le prepara un suculento trozo de carne asada a Tomy extraído del propio estomago del gato, es decir el gato se come así mismo regenerándose y muriendo una y otra vez (mixtura de la vida y la muerte), juego sarcástico de una civilización anclada en los mitos y fantasías.

En síntesis la programación de educación infantil copia y recrean las viejas obsesiones occidentales (sexo y alimento) que la sociedad revolucionaria incorporaría a sus medios de control y exclusión, a su señalamiento de los otros, los anormales, discurso por ende racista que el Show de Tomy y Daly arremete, no solo al invertir los papeles de los buenos y los malos, sino además al desnudar el poder, llevando todos los temas de prohibición hasta sus extremos: violencia desmedida, describiendo hasta donde es capaz la crueldad humana; desnudez, pues el gato Tomy no sólo está sin ropa, sino que además Daly lo despelleja mostrándonos sus viseras, entrañas y huesos; sexo sin control, al casarse un gato con un ratón; en otras palabras el show no es otra cosa que un revitalizador de la sociedad que desconoce el mundo del deseo burgués y nos remite nuevamente a la sociedad medieval, a los placeres innatos, al sexo y comelona desmedida, al placer de torturar y de matar donde Daly es aniquilado, cercenado o mutilado en cada episodio y al siguiente reaparece con la misma juventud y alegría, pues la muerte sólo es el primer paso para la vida.[3]


[1] Como el héroe hechicero de Disney “Tomy y Daly” o Raca y Pica sería resultado del plagio de Mr. Roge Meyer al dibujante Chester J. Lampwick en 1919. “El día que murió la violencia”. Temporada No 7, episodio No. 146.
[2] De los mismos creadores del Oso Barney: Hanna-Barbera. La serie nació en 1940 como “Puss gets the Boox”, que contaba la historia de un gato gris llamado Jasper y un ratón sin nombre; de allì subiria al estrellato con más de 150 cortos para cine, siete premios Oscar, seis nominaciones en cuatro años കന്സേസുടിവോസ്. 
[3] Leer Bajtin Mijail, La cultura popular en la edad media y renacimiento en el contexto de Francois Rebeláis. Ed. Alianza. Madrid, 1998.

domingo, 21 de agosto de 2011

Kent Brockman y la nueva Cruzada

El telenoticiario de: Kent Brockman y
las olas de terror




Cada vez que Kent Brockman se pone frente a una cámara de televisión para hablar por ejemplo: de los altos índices de obesidad de los niños,[1] del festival  de cine de Springfield,[2] de lo impopular de la ciudad, de los depravados que acosan sexualmente a jóvenes niñeras,[3] o de la ola de robos que afronta el Estado;[4] cada palabra, gesto, acción, cada enfoque de la cámara, cada corte y escena de Brockman, no sólo están influenciados por sus creencias, perjuicios e ideologías personales,[5] sino por la subjetividades de los guionistas, productores, por las políticas del canal, si son liberales / conservadores, demócratas o republicanos, católicos o progresistas y más allá por los patrocinadores del noticiario, por los sistemas económicos, por las presiones gubernamentales, por los ranking de audiencia. La televisión con la capacidad técnica de la inmediatez, invade los hogares, la intimidad y aún más, conquista la imagen sobre la materia, liberando al objeto de su realidad, mostrándonos una verdad, otra verdad que nos hace dudar de la realidad dada, y valiéndose de eso surge esa dualidad discursiva entorno a la información teledirigida, por una parte el moderno mito del telenoticiario aparece o se muestra ante el telespectador como un “Robín Hood” de la información que denuncia los atropellos, desnuda las impurezas del poder; mostrando la única la verdad, señala y denuncia a los individuos que rompen el pacto social, haciendo gala de su imparcialidad; y por otra parte, convierte cualquier acontecimiento en el más litúrgico y rimbombante espectáculo que poco o nada deben envidiar a los show de las Vegas o Broadway con transmisores en vivo, persecuciones al estilo cinematográficos, seguimiento de una noticia durante las 24 horas del día y una completa biografía de cada uno de los protagonistas de cada acción,[6] así los telenoticiarios se convierten en las fábrica sociale de miedo y terror, por ejemplo el Kent Brockman (en los Simpson) recrea la vieja temática de tótem y tabú (prohibición sexual y alimenticia) haciendo de un posible acoso sexual un show, y así aparecen por todos los rincones de la geografía, acosadores de menores, jardineros de colegios voyerista que observan con sus videocámaras a parejas de novios en los parques tras los matorrales, presidentes pidiéndoles una felliation a sus robustas secretarias,[7] actores gay, exdeportistas apuñalando a su esposa y amante por celos[8] o estrellas del pop o del cine descoloridas en medio de escándalos por sus apetitos sexuales incontrolables.[9] Y cuando los medios están sobresaturados de tales “show” noticiosos, se han hecho miles de comentarios, escrito centenares de artículos y libros, se han teledramatizado dichos temas una y otra vez,[10]y millones de dólares han sido movidos, la impresión inicial del escándalo comienza a volverse cotidianidad, el espectáculo pierde colorido, bajando los índices de sintonía. Entonces Kent Brockman magistralmente cambia la temática, y la prohibición alimenticia toma nuevo brillo y color, surge denuncias sobre: los elevados niveles de obesidad en los niños de Springfield,[11] campañas por la prohibición del consumo de azúcar, el noticiario arremete contra Springfield la ciudad más impopular y obesa del hemisferio;[12] olas de epidemias de niñas anoréxicas que generan la puesta en marcha de fisioterapeutas, dietistas, nutricionistas, recreacionistas, médicos y chamanes de la salud que supuestamente le pondrán fin a esos terribles males fruto seguramente de algún espíritu diabólico.

Es decir los noticiarios colocan en moda periódicamente una nueva ola de terror: que va desde violaciones a menores, maremotos de robos callejeros o asesinatos, escándalos de estrellas del pop, corrupción estatal y hasta narcotráfico o terrorismo internacional, de la simple forma como MTV coloca en circulación el último hit de Madonna, pues la verdad gracias a los medios adquiere una forma de espectacularidad, de show, y la parafernalia “notihollywoodesca” que se arman y adornan a su alrededor.

En síntesis la mediática es esa droga que socava la esfera emocional de los sujetos en una era que cambio el cliché posindustrial “el tiempo es oro” por “la información es dólar” en una época del culto a la imagen, a la pornografía del terror. Donde consumo y miedo van de la mano y finalmente concluimos con esta reflexión: acaso hay más terrorismo porque hay más terroristas, o no será que hay más terroristas porque hay más show – noticiosos que los recrean. O al estilo de Humberto Eco, al fin y al cabo los periódicos deben sacar noticias a diario.[13]


[1] Groening, Matt. Los Simpson`s.“Sweets and sour Marge”. Temporada No 13, episodio No 275.
[2] Groening, Matt. Los Simpson`s.“Una estrella estrellada”. Temporada No  6, episodio No 121.
[3] Groening, Matt. Los Simpson`s.“Homero el malo”. Temporada No 6, episodio No 112.
[4] Groening, Matt. Los Simpson`s.”Familia peligrosa”. Temporada No 9, episodio No 183.
[5] Groening, Matt. Los Simpson`s. “Historia de dos ciudades”. Temporada No 12
[6] Groening, Matt. Los Simpson`s.”Homero el malo”  Temporada No 6, episodio No 112.
[7] Recordar el caso del ex – presidente estadounidense Bill Clinton.
[8] Al tn sonado show telenoticioso de los 90. “O.J. Sipmson”.
[9][9][9][9] Juicio del “rey del Po”; Troy McClure “el de talvez me recuerde por películas como...” contrae matrimonio con Selma Bouvier Terwilleger Hutz McClure tía de Bart , por miedo a ser descubierto, ya que le gustaba acariciar “eróticamente” a los peces. Groening, Matt. Los Simpson`s.“Un pez llamado Selma”. Temporada No 7, episodio No. 145.


[10] Op. Cit. Episodio No 112. Homero es acusado por la niñera y feminista universitaria Ashley Grant. Homero es perseguido por las camaras dia y noche,” Dannis Franz” representa a Homero el acosador en el dramatizado “Retrato de un sobador de trasero”. 
[11] Groening, Matt. Los Simpson`s.“Sweets and sour Marge” Temporada Nop 13, episodio No 275.
[12] Ibíd.
[13] Eco, Umberto. Apocalípticos e integrados: ante la cultura de masas. Ed. Lumen, Madrid 1993.

(Parte de: LA SOCIEDAD AL DESNUDO: “Análisis sociológico y antropológico de la sociedad occidental a través de los Simpson´s”  Juan Carlos Alegria Montaño & Manuel Fernando Arce Bejarano & ) (Imagen: MacGroning . LOS SIMPSON´S)